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Consejos y recetas de batidos naturales hechos en casa.

Te presento algunas recomendaciones para crear deliciosos y nutritivos batidos de frutas naturales en casa. Estos consejos son una excelente forma de incorporar una amplia variedad de frutas y verduras a tu dieta diaria, proporcionando una explosión de nutrientes y energía. ¡Descubre cómo hacer tus batidos más saludables y sabrosos! 1. Variedad de frutas: Utiliza una variedad de frutas frescas y de temporada para tus batidos. Esto no solo les dará un sabor único, sino que también proporcionará una amplia gama de nutrientes. 2. Incluye verduras: No te limites solo a las frutas, ¡integra también verduras! El pepino, la espinaca y el apio son excelentes opciones que agregan nutrientes sin alterar el sabor del batido. 3. Agrega proteínas: Para hacer tus batidos más nutritivos, considera agregar fuentes de proteínas como yogur griego, leche de almendras o proteína en polvo. Esto ayudará a mantener la sensación de saciedad por más tiempo. 4. Balance líquido: Controla la cantidad de líquido que agregas a tus batidos para lograr la consistencia deseada. Empieza con una cantidad pequeña y añade más si es necesario. Puedes usar agua, leche, jugo de frutas o incluso té verde. 5. Experimenta con superalimentos: Considera agregar chía, semillas de lino o espirulina a tus batidos para aumentar su valor nutricional. Estos ingredientes están cargados de vitaminas, minerales y antioxidantes que pueden beneficiar la salud. Con estos consejos, crear batidos deliciosos y nutritivos en casa nunca ha sido tan fácil. Desde una variedad de frutas frescas hasta la inclusión de superalimentos y proteínas, hay infinitas posibilidades para personalizar tus batidos según tus gustos y necesidades nutricionales. ¡Atrévete a experimentar y disfruta de una explosión de sabor y vitalidad en cada sorbo! Acá te dejo dos de mis recetas favoritas y muy fáciles de hacer: Receta: Batido de Fresa y Plátano Ingredientes: – 1 plátano maduro – 1 taza de fresas frescas (aproximadamente 6-8 fresas grandes) – 1/2 taza de yogur natural (puedes usar yogur griego para una textura más cremosa) – 1/2 taza de leche (puedes usar leche de vaca, leche de almendras o leche de coco según tus preferencias) – Cubitos de hielo (opcional) Instrucciones: 1. Pelar el plátano y cortarlo en trozos. 2. Lavar las fresas y quitarles el tallo. 3. En la licuadora, combina el plátano, las fresas, el yogur y la leche. 4. Si lo deseas, agrega cubitos de hielo para obtener una textura más fría y refrescante. 5. Mezcla todos los ingredientes hasta obtener una mezcla suave y homogénea. 6. Sirve el batido en un vaso grande y decóralo con una fresa en el borde, si lo deseas. ¡Disfruta de este batido cremoso y lleno de sabor en cualquier momento del día! Receta: Batido de Piña y Espinacas Ingredientes: – 1 taza de piña fresca en trozos – 1 taza de espinacas frescas (aproximadamente una gran cantidad de hojas) Instrucciones: 1. Corta la piña en trozos. 2. Lava bien las espinacas. 3. En una licuadora, coloca la piña y las espinacas. 4. Agrega un poco de agua si prefieres una consistencia más líquida. 5. Mezcla todo hasta obtener una mezcla suave y homogénea. 6. Sirve en un vaso y disfruta de este batido refrescante y nutritivo. Este batido es una excelente manera de incluir tanto frutas como verduras en tu dieta de una manera rápida y sencilla. ¡Espero que lo disfrutes!

EP.6: EN BUSQUEDA DE ALIVIO

¡Hola a todos! Soy Rogelio, y seguimos este camino juntos hacia el diagnóstico de la ELA. Hoy les compartiré un nuevo capítulo en mi travesía, lleno de giros inesperados y esperanza renovada. Todo comenzó con la sugerencia de mi cuñado, quien me recomendó a una Doctora especializada en tratamientos de punción seca. Con una mezcla de nerviosismo y esperanza, me dirigí a la cita, con la mente abierta a cualquier posibilidad. La Doctora con su calidez y empatía, me recibió en su consultorio y escuchó atentamente mis preocupaciones. Le expliqué el constante hormigueo en mi pierna y las dificultades para caminar que lo acompañaban. Con manos expertas y palabras de aliento, inició el tratamiento, ofreciéndome un rayo de esperanza en medio de la incertidumbre. La punción seca es un procedimiento terapéutico que implica la inserción de una aguja estéril en puntos específicos del músculo afectado, con el objetivo de aliviar la tensión y reducir el dolor. Es comúnmente utilizado en el tratamiento de lesiones musculares y trastornos del movimiento, incluso entre atletas de alto rendimiento. Durante la sesión, la Doctora me explicó que este tipo de tratamientos suelen dividirse en dos sesiones debido a su intensidad. Sin embargo, motivado por el deseo de completar el proceso y avanzar hacia la recuperación, opté por continuar a pesar del dolor. Cada aguja que penetraba en mi cuerpo era como si me estuvieran rompiendo algo, una sensación de dolor que desafiaba mi resistencia. Al concluir, la Doctora me recomendó ejercicios de estiramiento, lo que se ha convertido en mi día a día, y me brindó consejos para complementar el tratamiento. Al abandonar su consultorio, sentí una renovada sensación de esperanza y determinación, listo para enfrentar lo que viniera a continuación. Cuando llegué a casa, la felicidad me invadió. A pesar de las molestias, me sentía libre. Bailé y me moví con una ligereza inusual. Aunque mi pierna aún se sentía como una plancha de cemento, cada paso era un recordatorio de mi fuerza interior y mi capacidad para superar los desafíos que la vida me presenta. Sin embargo, al despertar al día siguiente, la realidad volvió a golpearme y comprendí que mi búsqueda aún no había llegado a su fin. Ahora, guiado por la esperanza y la determinación, me preparo para consultar a otro neurocirujano, con la esperanza de encontrar respuestas que iluminen mi camino. Los próximos pasos de mi viaje los compartiré aquí, en «Estoy vivo para contarlo». En cada palabra, en cada suspiro, encontrarán la fuerza y la esperanza que me sostienen en medio de la tormenta, recordándonos que incluso en los momentos más oscuros, la luz puede brillar. ¡Gracias por acompañarme en este viaje! Nos vemos en el próximo capítulo.

EP.5: EN BUSCA DE RESPUESTAS. UN CAMINO DE FORTALEZA Y FE

Mi travesía hacia un diagnóstico de la ELA ha sido una aventura inesperada, marcada por síntomas desconcertantes y momentos de profunda reflexión. Hoy, quisiera abrir mi corazón y contarles más sobre esta experiencia, no solo los síntomas físicos sino también los desafíos emocionales y las lecciones espirituales que han iluminado mi camino. Empezó con un hormigueo en la pierna derecha que variaba en intensidad y localización, y en ocasiones, se extendía hasta mis glúteos, acompañado por una sensación de calor o ardor. Estas molestias, aunque no dolorosas, eran lo suficientemente alarmantes como para llevarme a pensar en adquirir un bastón próximamente. Sin embargo, lo que más pesó en este viaje fue el impacto en mi salud mental. La incertidumbre y el miedo me llevaron a un estado de vulnerabilidad, perdiendo 20 libras y encontrándome a menudo llorando, luchando por aceptar una realidad que desconocía. Era como si me escondiera de mis propios sentimientos, temiendo compartir esta carga con familiares y amigos. Fue entonces cuando mi sobrino Roberto me habló de la biodescodificación y cómo las sesiones a través de Zoom con un biodescodificador* en Argentina podrían ofrecerme una nueva perspectiva. Estas sesiones me abrieron los ojos a la posibilidad de que cada evento en nuestra vida tiene su porqué, un mensaje oculto esperando ser descubierto. La biodescodificación es un enfoque que busca comprender y tratar las dolencias físicas desde una perspectiva emocional y psicológica, partiendo del principio de que detrás de cada síntoma existe una emoción o conflicto no resuelto. Se centra en identificar y resolver estas emociones subyacentes para facilitar la sanación física. En mi búsqueda de paz y fortaleza, retomé mi camino espiritual, visitando a San Pancracio en la Merced de Casco Viejo. Cada visita a mi santo protector era un bálsamo para mi alma, brindándome la serenidad necesaria para enfrentar lo que estaba por venir. Los síntomas físicos se intensificaban, especialmente las fasciculaciones que se hacían más notorias con el cambio de temperatura o simplemente al acostarme. Opté por usar ropa que ocultara estos temblores incontrolables, una máscara ante el mundo para ocultar mi vulnerabilidad. Durante este tiempo, Otavio, sufrió un accidente de moto, y para su recuperación fue indispensable que su madre, Leila, viajase desde Brasil. Un día, temprano, Leila se acercó con una preocupación que había tenido en sueños: me instó a cuidar mi salud y prestar atención a mi nutrición, consejos que meses después resonarían con profundo significado. A pesar de los desafíos, en los momentos de bienestar, Leyla y yo salíamos a bailar, beber o cenar, aferrándome a los placeres de la vida que tanto aprecio. Esta dualidad de experiencias, entre la búsqueda de diagnóstico y la conexión con los momentos de alegría, ha sido mi salvación. Les invito a seguir esta narrativa en «Estoy vivo para contarlo», donde comparto cada paso de mi viaje hacia el diagnóstico final de la ELA. Que mi historia sirva como testimonio de que, incluso frente a la adversidad, nuestra fuerza interior y la fe son nuestras mayores aliadas, enseñándonos a valorar cada momento y a recordar que estamos vivos para compartir nuestros relatos de coraje y esperanza.

Enfrentando el Diagnóstico: Cómo Cuidar tu Salud Mental en Tiempos Difíciles

Has recibido una noticia que te ha estremecido hasta lo más profundo. Una condición difícil, una enfermedad que cambia la vida. En momentos como estos, es normal sentir un montón de emociones abrumadoras: miedo, tristeza, incertidumbre, enojo. Pero quiero que sepas que no estás solo/a en este viaje. Según mi experiencia, quiero ofrecerte algunas estrategias para cuidar tu salud mental mientras enfrentas este desafío. 1. Es importante reconocer y aceptar todas tus emociones, tanto las positivas como las negativas. No te reprimas. Permítete llorar, gritar, o simplemente estar en silencio si es lo que necesitas en este momento. 2. Busca apoyo, no hay que sentir vergüenza en pedir ayuda. Busca el apoyo de tus amigos y familiares. Comparte tu carga con ellos y deja que te acompañen en este camino. Además, te aconsejo hablar con un profesional de la salud mental que pueda brindarte orientación y apoyo adicional. 3. Dedica tiempo a cuidar de ti mismo/a. Prioriza el autocuidado realizando actividades que te brinden paz y bienestar, como la meditación, el yoga, pasear al aire libre o simplemente descansar con un buen libro. Recuerda que tu salud mental es igual de importante que tu salud física. 4. Aunque pueda parecer difícil en este momento, trata de encontrar pequeñas chispas de esperanza en tu día a día. Celebra los pequeños logros, encuentra la belleza en las pequeñas cosas y mantén viva la fe en ti mismo/a y en tu capacidad para enfrentar este desafío. 5. Dedicar tiempo para aprender y conocer sobre la condición, puede ayudarte a sentirte más empoderado/a y preparado/a para enfrentar los desafíos que se presenten. Investiga sobre la condición, habla con tu Dr. o profesionales de la salud y busca recursos confiables que te brinden información clara y precisa sobre lo que estás enfrentando. Recuerda, cada día es una nueva oportunidad para seguir adelante, para encontrar fuerza y ​​resiliencia en medio de la adversidad. Estoy aquí para apoyarte en este viaje hacia la sanación y la recuperación. Juntos, podemos enfrentar cualquier desafío que la vida nos presente.

EP.4: UNA CITA ABSURDA CON UN PERSONAJE MISTERIOSO

¡Bienvenidos nuevamente a “Estoy Vivo para Contarlo”! En este episodio, te contare de una experiencia tan peculiar como surrealista que viví en mi búsqueda del diagnóstico de la ELA. La vida, en su inesperada manera de desplegarse, me llevó frente a un “Personaje Misterioso”, cuyos métodos poco convencionales me dejaron perplejo y desconcertado. Era un viernes, tipo 5pm, cuando me vi frente al consultorio de aquel “Personaje” en el área de El Carmen. Esperé fuera unos minutos, hasta que finalmente apareció con su extravagante personalidad, y con muchísimo entusiasmo y energía.  Al entrar a la oficina, nos encontramos en un lugar que parecía sacado de un museo del pasado, con una decoración tan rara como desactualizada. Un pasillo largo y misterioso nos llevó a un espacio inolvidablemente peculiar. Sentado frente a mí, con una sonrisa que iluminaba la habitación, el “Personaje Misterioso” comenzó su especial interrogatorio. Pero lo que vino después superó todas mis expectativas. Me pidió que me sentara en la silla y, con una serie de indicaciones desconcertantes, me pidio que girara mi cabeza a 180 grados. ¡Imposible! Ni siquiera los búhos podrían hacer tal acrobacia. Para añadir aún más color a esta extravagante escena, el “Personaje” decidió intervenir en el diseño de mis zapatillas, y comenzó a ajustar los cordones como si fuera un experto en moda deportiva. Según él, ¡así es como los corredores profesionales llevan sus zapatillas! ¿Quién lo hubiera pensado? Después, pasamos a una camilla ubicada en un cuarto que más bien parecía la guarida de un mago que el consultorio de un médico. Ahí empezó lo que solo puedo describir como una sesión de yoga para avanzados diseñada por un cómico frustrado. Me volteó arriba, abajo, de lado, y en posiciones que ni en mis sueños más extraños hubiera imaginado. Era una mezcla entre un intento de escapismo y una clase de pilates de otro mundo. Entre estiramientos que desafiaban la física y consejos que rayaban en lo absurdo, la sesión se transformó en un show de variedades que ni el mejor comediante podría haber ideado. Cada músculo de mi cuerpo fue llevado al extremo, como si estuvieran tratando de convertirme en el primer humano elástico, generando no solo lágrimas de dolor, sino también de incredulidad y, admitámoslo, un poco de risa ante la locura de la situación. Al salir de la sesión, entre la confusión y el desconcierto, decidí comprarle unas pastillas y un té. Sin embargo, y como era de esperarse, resultaron ser inútiles en mi búsqueda de respuestas. Pero quiero que sepan algo importante, y es que a pesar de las situaciones absurdas y frustrantes, mi compromiso con encontrar respuestas y soluciones a mis sintomas nunca flaqueó. Estaba dispuesto a explorar todas las opciones, por insólitas que parecieran, porque entendía que el camino hacia un diagnóstico claro y lograr la paz mental eran mi mayor deseo. Esta determinación no nacía solo de la necesidad de entender lo que me sucedía, sino de una profunda convicción de que, sin importar los obstáculos, debía seguir adelante, buscar tratamientos y adaptarme para seguir viviendo plenamente. Este capítulo, aunque lleno de absurdos, refleja esa tenacidad y la importancia de persistir, incluso cuando el camino se torna incomprensible. Así, amigos, les aseguro que esta travesía está llena de altibajos, pero cada paso, cada error, cada encuentro extraño, es un paso más hacia la claridad y la comprensión. En “Estoy Vivo para Contarlo”, cada día es una oportunidad para aprender y avanzar, sin importar cuán extrañas sean las lecciones. Prepárense para más historias, porque aquí no termina el viaje, solo es una parte más de esta gran aventura. ¡Nos vemos en el próximo episodio, donde continuaremos desentrañando los misterios de mi diagnóstico y de esta increíble travesía por la vida!

EP.3: EXPLORANDO NUEVAS ALTERNATIVAS

En el blog anterior, les hablé de mi visita al neurocirujano y su recomendación de terapias. Luego aprendí que las terapias formarían parte de mi rutina diaria. Me tomó un tiempo conseguir que el doctor emitiera la orden para comenzar las fisioterapias. Unas semanas después, empecé el tratamiento. Este consistía en aplicar frío, calor, algo de presión y masajes. Además, visité otros centros de terapia donde el enfoque era diferente. Sin embargo, el resultado tampoco fue el esperado. Durante ese tiempo, trataba de equilibrar mi trabajo, la terapia, la acupuntura y, para ese entonces, había dejado de ir al gimnasio. Tenía mucho miedo después de haber sentido ese desequilibrio que les conté en el capítulo anterior. Tampoco iba al Parque Omar porque me costaba mucho caminar. Intenté hacerlo en algún momento y la verdad es que no pude; era más incómodo que doloroso o imposible. Recuerdo que un domingo decidí ir a la cinta costera a montar bicicleta porque estaba acostumbrado a ejercitarme y llevaba una vida bastante activa. Creo que fue lo peor que pude haber hecho porque, al finalizar, mis piernas se sentían entumecidas, como si fueran piezas de cemento. Monté bicicleta por 20 minutos y, cuando terminé, no podía ni mantenerme de pie. Durante el proceso, también experimenté un fenómeno preocupante. En mis sesiones de acupuntura, empecé a sentir que la piel me temblaba. Comenzó en la espalda, luego en los brazos y, poco a poco, lo fui sintiendo en otras áreas del cuerpo. Aprendí que esto se llama fasciculaciones*. Este fenómeno generó aún más incertidumbre durante todo este tiempo. Continuaron mis preocupaciones y, en una cita de control con el cardiólogo, me recomendó a un neurocirujano especializado en atletas. Conseguí una cita con él después de aproximadamente un mes y medio. Tras revisar los resultados de los rayos X y la resonancia magnética que me habían hecho anteriormente, me dijo que había un problema con el disco, pero que no recomendaba operar y que no estaba seguro de qué podría tener. Su sinceridad me inspiró confianza. Conversamos un rato y algo que me dijo y que me llamó mucho la atención es que los neurocirujanos usualmente prefieren operar, y en ese momento, me recomendó consultar a un neurólogo. Durante todo este proceso, tanto mi familia, como amigos, conocidos y desconocidos, todos tenían una opinión. Surgían diagnósticos propios o basados en páginas web, recomendaciones de pomadas, menjurjes, masajes; una infinidad de cosas que a veces daban esperanza o generaban más estrés. No es fácil buscar soluciones en los médicos sin encontrar una respuesta definitiva. A pesar de todas las opciones exploradas y los consejos recibidos, el camino hacia un diagnóstico concreto y la búsqueda de soluciones continuó. Acompáñenme en esta travesía llena de descubrimientos y desafíos. Este no es solo un viaje personal, sino uno que compartimos todos aquellos que buscamos respuestas en medio de la incertidumbre. En el próximo capítulo, les revelaré cómo enfrenté situaciones que jamás imaginé y cómo cada experiencia me enseñó algo valioso sobre la vida y sobre mí mismo. Sigamos adelante, juntos en este viaje de exploración y esperanza. Be happy! Rogelio *Las fasciculaciones son pequeñas contracciones involuntarias de músculos, a menudo visibles bajo la piel. Aunque pueden ser comunes y sin importancia en personas sanas, en el contexto de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), representan algo más serio. La ELA es una enfermedad progresiva que daña las neuronas motoras, causando debilidad y parálisis. Las fasciculaciones en la ELA se deben a la degeneración de estas neuronas y pueden ser uno de los primeros síntomas de la enfermedad. Sin embargo, por sí solas, no son suficientes para diagnosticar la ELA, requiriendo evaluaciones médicas detalladas para confirmar la condición.

Mantener una Buena Actitud: La Clave para un Bienestar Integral

Mantener una actitud positiva es esencial en nuestro viaje para lograr el bienestar completo, influyendo profundamente en nuestra salud física, mental y emocional. Les comparto algunas reflexiones y recomendaciones sobre cómo una actitud optimista puede ser el cimiento de un estilo de vida equilibrado y consciente. 1. Reconoce tus Logros Me he dado cuenta de lo vital que es celebrar los pequeños logros del día a día. Esta práctica me ha enseñado a valorar mi progreso y a mantener una perspectiva positiva, incluso frente a desafíos. 2. Aprende de los Retos En lugar de ver los obstáculos como fracasos, los considero oportunidades de aprendizaje. Este cambio de perspectiva ha transformado mi forma de enfrentar la vida, encontrando lecciones valiosas en cada situación. 3. Rodéate de Positividad Elegir conscientemente pasar tiempo con personas que irradian energía positiva ha enriquecido mi vida. La actitud de las personas que nos rodean puede impactar significativamente nuestro estado de ánimo y visión del mundo. 4. Cultiva el Agradecimiento Practicar la gratitud diariamente ha abierto mi corazón a más felicidad. Al final del día, reflexiono sobre lo que estoy agradecido, lo que mejora mi bienestar emocional y me ayuda a enfrentar nuevos días con esperanza. 5. Encuentra Alegría en lo Cotidiano Buscar y apreciar los momentos de alegría en las actividades cotidianas me ha permitido disfrutar más de la vida. Desde una taza de café por la mañana hasta una conversación, cada momento tiene su belleza. Estas prácticas subrayan la importancia de cultivar una actitud positiva, no como un acto de negación de las dificultades, sino como un compromiso con el crecimiento personal y el bienestar emocional. Espero que estos consejos te inspiren a abrazar la positividad en tu vida, enriqueciendo tu bienestar y felicidad. ¿Cómo integras la actitud positiva en tu búsqueda del bienestar? Tu experiencia y opinión son muy valiosas para mí, te invito a compartirlas.

La Nutrición como Fundamento de Nuestro Bienestar.

En el camino hacia un bienestar completo, la nutrición desempeña un rol crucial, impactando significativamente nuestra salud física, mental y emocional. Les ofrezco algunas reflexiones y recomendaciones sobre cómo una dieta equilibrada puede convertirse en la base de un estilo de vida saludable y consciente. 1. Escucha a tu Cuerpo Me di cuenta de la importancia de diferenciar el hambre real de la ansiedad por comer. Ahora, nutro mi cuerpo cuando requiere energía y encuentro formas alternativas para tranquilizarme sin recurrir a la alimentación. 2. Prefiere la Calidad Optar por alimentos frescos en lugar de los procesados cambió mi nivel de energía diario. La calidad de los alimentos que ingerimos repercute directamente en nuestra salud. 3. La Importancia de Hidratarse Incorporar el hábito de beber agua a mi día a día ha sido fundamental para mi concentración y salud en general. Inicio cada día con dos vasos de agua, preparando mi cuerpo y mente para la jornada. 4. Planifica tus Alimentos Dedicar tiempo a planificar lo que comeré durante la semana me ha permitido seguir una alimentación balanceada y tomar decisiones alimenticias más conscientes.  5. Alimenta tu Mente Agregar a mi dieta alimentos ricos en omega-3 y antioxidantes no solo ha nutrido mi físico, sino que también ha enriquecido mi bienestar mental, elevando mi ánimo y mejorando mi gestión del estrés. Estos principios enfatizan la importancia de elegir una dieta consciente, que no se enfoca en restricciones, sino en el cuidado personal, atendiendo nuestras necesidades y fomentando una salud plena. Espero que estos consejos los motiven a incorporar prácticas de nutrición consciente en su vida, potenciando su salud y alegría. ¿Cuál es tu enfoque hacia la nutrición en tu búsqueda del bienestar? Valoro mucho tu opinión; anímate a compartirla.

10 Consejos para Cultivar la Paz Mental y Adoptar Buenas Prácticas de Vida

Bienvenidos a nuestro espacio de bienestar, donde exploramos formas de vivir una vida más plena y consciente. Quiero compartirles diez consejos esenciales para fomentar la paz mental y adoptar buenas prácticas que enriquecerán nuestro día a día. 1- Meditación y Mindfulness Una mañana, decidí sentarme en silencio antes de empezar el día; esos minutos de calma transformaron mi rutina diaria, dándome claridad y paz. La ciencia confirma que la meditación mejora la concentración y reduce el estrés. Empezar es simple: dedica cinco minutos al día a observar tu respiración. 2- Ejercicio Regular Integrar el ejercicio en mi vida ha sido vital. Estirarme cada mañana o una sesión de yoga son prácticas que revitalizan mi cuerpo y mente. El movimiento regular no solo eleva el ánimo, sino que también fortalece el cuerpo. 3- Nutrición Equilibrada Cambiar snacks procesados por opciones naturales transformó mi energía diaria. Una receta simple pero nutritiva es mi jugo de frutas y verduras, la mezcla perfecta para un excelente inicio del día. 4- Conexiones Sociales Recuerdo una tarde difícil que se iluminó con una llamada de un querido amigo. Esos momentos de conexión genuina son esenciales para nuestro bienestar emocional. No subestimes el poder de un «¿cómo estás?» sincero. 5- Gratitud Llevar un diario me ha enseñado a apreciar las pequeñas victorias y momentos felices. Cada noche, anoto al menos tres cosas por las cuales estoy agradecido, transformando mi perspectiva de la vida. 6- Tiempo en la Naturaleza La naturaleza es un bálsamo para el alma. Un paseo por el parque puede ser increíblemente restaurador. La conexión con la tierra nos recuerda la belleza del momento presente. 7- Limita la Exposición a Pantallas y Noticias Negativas Establecer un «apagón digital» después de las 9 p.m. ha mejorado significativamente mi calidad de sueño y estado de ánimo. Reduce tu consumo de smartphone para proteger tu paz interior. 8- Duerme lo Suficiente Implementar una rutina nocturna, como escribir o tomar un baño relajante, me prepara para un descanso profundo. Un buen sueño es fundamental para la salud mental y física. 9- Establece Límites Decir no a compromisos excesivos fue un cambio de juego para mí. Aprender a establecer límites ha mejorado mi calidad de vida, permitiéndome dedicar tiempo a lo que verdaderamente importa. 10- Persigue Pasiones y Hobbies Redescubrir mi amor por la sopa de letras o escribir me ha dado un escape creativo y una fuente de alegría. Dedica tiempo a lo que amas; es vital para nutrir tu espíritu. En Conclusión Cada uno de estos consejos me ha ayudado a construir una vida más equilibrada y satisfactoria. El camino hacia el bienestar es personal y único. Espero que mis experiencias te inspiren a encontrar aquellas prácticas que enriquezcan tu propio viaje. Juntos, podemos dar pasos positivos hacia una existencia más feliz y saludable. ¿Qué prácticas de bienestar te han ayudado? Me encantaría leer tus historias y consejos en los comentarios.

EP.2: UN GIRO INESPERADO

¡Hola a todos! Aquí Rogelio, y seguimos en esta aventura que he decidido compartir con ustedes hasta el diagnóstico final de ELA.  Hoy les cuento cómo empezaron a cambiar las cosas para mí. Todo comenzó en noviembre de 2022, cuando noté algo extraño con mis piernas; estaban de un color diferente por la mañana. Al principio, pensé que era por la falta de ejercicio. Ya saben, la pandemia nos hizo parar, y mi rutina de ejercicios se vio afectada. Llegó enero de 2023 y mi presión no sabía si subir o bajar, era una locura total. Me pasé casi una semana en cama, pero después me armé de valor, me levanté y decidí: «Vamos al Parque Omar a caminar». Y así fue, empecé a moverme más, a vivir más saludable, entre caminatas por la mañana y pesas por la noche. Pero aquí viene el twist: un amigo, Thiago me dice en febrero, «¡Qué flow tienes al caminar!» y yo todo contento. Pero luego, una sobrina que es terapeuta me dice, «Eso no es flow, estás cojeando». Eso me dejó pensando, pero no le di mucha importancia hasta que en abril, perdí el equilibrio en el gym. Ahí sí dije: «Algo raro pasa aquí». Lo Primero que hice fue ir al ortopeda, pensando que quizás era algo en los huesos o columna, que era un tema sencillo. Me mandaron a hacer rayos X y luego una resonancia magnética que me costó 3 intentos hasta que finalmente logré meterme en una de esas máquinas, el que ha pasado por eso sabe lo que digo. Les contaré más sobre esto en otro capítulo. Se pensó que podría ser un disco herniado. De igual forma me mandaron a ver a un especialista cardiovascular y luego a un cardiólogo que me recomendó mi hermano Rodolfo. Hice unos cuantos exámenes de sangre, hasta un doppler en las piernas, el cual es una especie de ultrasonido que duró una eternidad, pero todo salió bien, lo que me tranquilizó un poco. La cosa no paró ahí. Conversando con mi sobrina Annabelle Marie me recomendó visitar a su neurocirujano. Conseguir este tipo de citas con especialistas es una odisea, nada fácil, pero al final, el doctor tambien me dijo que podía ser el disco y me recomendó terapia de frío y calor. También me habló de otras opciones como una infiltración o incluso una operación, pero nada seguro hasta no probar la terapia, y eso sin contar que mi seguro no cubría la operación sin antes pasar por las sesiones de terapia. Después de esa visita, volví a casa caminando, más bien cojeando, pero pensando que al menos había una luz al final del túnel. Debo admitir que siempre he sido temeroso a los procedimientos médicos. Recuerdo que cuando tenía alrededor de 10 o 12 años, mi madre me llevó al doctor por un lunar en la sien que necesitaba ser removido. El día del procedimiento al ver a la enfermera con una bandeja plateada llena de instrumentos quirúrgicos, el miedo me invadió y una vez ella se fue, yo salí corriendo del hospital hasta mi casa, dejando atrás a mi mamá!!! Por cierto, el lunar se desvaneció con los años. Este capítulo de mi vida es uno que nunca esperé escribir, pero aquí estamos, compartiéndolo juntos. Este viaje me ha enseñado más de lo que jamás imaginé, y aunque no ha sido fácil, me ha abierto los ojos a muchas cosas. En los siguientes blogs, les contaré más sobre cómo enfrenté este desafío y lo que aprendí en el camino. Acompáñenme en esta historia, que no solo es mía, sino también de todos los que hemos tenido que enfrentar momentos difíciles. Este es solo el inicio de «Estoy Vivo para Contarlo». Gracias por estar aquí y por seguir leyendo. ¡Nos vemos en el próximo blog!