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EP.1: BIENVENIDOS

¡Saludos a todos y bienvenidos a “Estoy Vivo para Contarlo”! Me llamo Rogelio, panameño de 52 años, diseñador gráfico y apasionado del marketing, pero sobre todo, un ser humano en un viaje de transformación y descubrimiento. Este espacio nace no solo como un diario personal sino como un faro de esperanza y unión para aquellos que, como yo, enfrentan desafíos inesperados en la vida. Hace poco, mi vida tomó un giro repentino cuando me diagnosticaron con ELA, una realidad que ha cambiado mi perspectiva, pero no mi esencia. Mi historia es una montaña rusa de recuerdos y experiencias, desde mi infancia en Aguadulce hasta los agitados días en la ciudad de Panamá, rodeado de una gran familia y amigos que son el verdadero tesoro de mi vida. No puedo omitir el profundo impacto que mi abuela Ita ha tenido en mi vida. Su sabiduría, amor y enseñanzas sobre la sencillez han sido pilares fundamentales en mi camino, enseñándome a valorar la belleza en lo simple y la importancia de mantener la fe y la esperanza en los momentos difíciles. Su legado es una brújula que guía cada paso que doy. Asimismo, mi relación con mi mamá es una fuente de fortaleza y cariño. Nuestro vínculo, reforzado por el humor y el afecto mutuo, es una parte esencial de mi día a día. La alegría que compartimos a través de nuestras risas y conversaciones es un recordatorio constante del amor incondicional que me rodea. Soy el menor de cinco hermanos a quienes quiero sobre todas las cosas: Rodolfo, Agnes, Annabelle, Ramon, mis cuñados y cuñadas; el eterno rebelde y el tío favorito (digo yo) de 13 maravillosos sobrinos. He vivido momentos de alegría incalculables, como las navidades con juguetes de Star Wars y las escapadas a la playa con amigos que se convirtieron en hermanos del alma. Este blog va más allá de contar anécdotas; es un testimonio de resiliencia, amor y lucha diaria. Desde el momento de mi diagnóstico, mi vida se ha llenado de nuevos retos y también de nuevas inspiraciones. Gente como Berta, Dídimo, Ingrid, Armando, y Ñatón, se han convertido en pilares de apoyo y ejemplos de fortaleza.  Pero no puedo hablar de mi viaje sin mencionar a Otavio, quien ha sido mucho más que un compañero: un mentor y soporte, enseñándome sobre compasión, aventura, amor y amistad incondicional. Además, están mis queridos amigos, quienes tejen una red de apoyo fundamental en mi vida, presentes en cada momento, en cada desafío y cada victoria. Su fortaleza, lealtad y alegría han sido importantísimos en este proceso, haciendo cada paso del camino mucho más llevadero y significativo. En «Estoy Vivo para Contarlo», compartiré mis reflexiones y experiencias, los momentos y las personas que han marcado mi camino. Cada entrada será una pieza de este rompecabezas que hoy conforma mi vida, un homenaje a quienes han estado a mi lado y una invitación a caminar juntos en este viaje. Espero no solo compartir mi historia, sino también escuchar las suyas, construir una comunidad donde el apoyo y la empatía sean los pilares. Este es un espacio para todos nosotros, para reír, llorar, aprender y, sobre todo, para recordar la importancia de vivir con gratitud y pasión, sin importar las adversidades. Los invito a mi vida, a conocer los altos y bajos, las risas y las lágrimas, y a encontrar, quizás, un pedazo de ustedes mismos en mis palabras. Bienvenidos a «Estoy Vivo para Contarlo», donde cada día es una nueva historia y cada momento, una oportunidad para aprender y crecer. Síganme en esta aventura, en este desafío diario que es la vida, y descubramos juntos que, sin importar lo que enfrentemos, siempre hay una razón para seguir adelante. Be Happy! Rogelio